La intervención consta de dos componentes. En primer lugar, se crea una pequeña bolsa estomacal, de aproximadamente 30 mililitros de volumen, dividiendo la parte superior del estómago del resto del estómago.
A continuación, se divide la primera porción del intestino delgado, y el extremo inferior del intestino delgado dividido se lleva hacia arriba y se conecta a la pequeña bolsa estomacal recién creada.
El procedimiento se completa conectando la porción superior del intestino delgado dividido al intestino delgado situado más abajo, de modo que los ácidos estomacales y las enzimas digestivas del estómago desviado y la primera porción del intestino delgado se mezclen finalmente con los alimentos.
En primer lugar, al igual que en la mayoría de los procedimientos bariátricos, la nueva bolsa estomacal creada es considerablemente más pequeña y facilita comidas significativamente más pequeñas, lo que se traduce en un menor consumo de calorías.
Además, debido a que hay menos digestión de los alimentos por la bolsa estomacal más pequeña, y hay un segmento del intestino delgado que normalmente absorbería calorías, así como nutrientes que ya no tiene alimentos pasando por él, probablemente hay hasta cierto punto menos absorción de calorías y nutrientes.
Y lo que es más importante, el desvío del flujo alimentario produce cambios en las hormonas intestinales que favorecen la saciedad, suprimen el hambre e invierten uno de los principales mecanismos por los que la obesidad induce la diabetes de tipo 2.
Produce una pérdida de peso significativa a largo plazo (entre un 60 y un 80% de pérdida de sobrepeso).
Restringe la cantidad de alimentos que se pueden consumir.
Puede provocar condiciones que aumenten el gasto energético.
Produce cambios favorables en las hormonas intestinales que reducen el apetito y aumentan la saciedad.
Mantenimiento típico de >50% de pérdida de exceso de peso.
Técnicamente, es una operación más compleja que la AGB o la LSG y potencialmente podría dar lugar a mayores tasas de complicaciones.
Puede provocar deficiencias de vitaminas/minerales a largo plazo, en particular déficits de vitamina B12, hierro, calcio y folato.
Generalmente tiene una estancia hospitalaria más larga que la AGB.
Requiere el cumplimiento de las recomendaciones dietéticas, la administración de suplementos vitamínicos/minerales durante toda la vida y el cumplimiento del seguimiento.
Para poder ofrecerle la técnica que mejor se adapte a sus necesidades, es muy IMPORTANTE que conozcamos su historial médico.
Un cuestionario de salud detallado con la mayor cantidad de información posible nos ayuda a conocer de antemano a nuestro paciente.
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