Consulta médica: El proceso comienza con una consulta con un médico especializado en obesidad. Durante esta consulta, se evalúa la idoneidad del paciente para el procedimiento y se discuten los riesgos y beneficios.
Endoscopia: Una vez que se determina que el paciente es un candidato adecuado, se realiza una endoscopia para colocar el balón gástrico. Durante este procedimiento, se introduce un endoscopio a través de la boca del paciente hasta el estómago.
Inserción del balón: Una vez que el endoscopio está en su lugar, se infla el balón gástrico dentro del estómago del paciente. El balón se llena con una solución salina o gas para ocupar espacio en el estómago y reducir la capacidad del mismo para que el paciente se sienta lleno más rápidamente durante las comidas.
Monitoreo y seguimiento: Después de la inserción del balón, el paciente es monitoreado de cerca para detectar cualquier complicación. Además, se proporciona orientación sobre cambios en la dieta y el estilo de vida para maximizar los resultados de pérdida de peso.
Retiro del balón: El balón gástrico generalmente se retira después de unos meses, dependiendo del tipo de balón utilizado. Esto se hace nuevamente a través de una endoscopia.
No es invasivo: A diferencia de otras cirugias, el balón no requiere incisiones quirúrgicas en el abdomen.
Pérdida de peso: El balón gástrico puede ayudar a las personas a perder peso al reducir la capacidad del estómago y promover una sensación de saciedad más rápida.
Proceso reversible: El balón gástrico se puede quitar fácilmente a través de un procedimiento endoscópico.
La pérdida de peso resultante del uso del balón gástrico puede ayudar a mejorar o controlar condiciones de salud relacionadas con la obesidad, como la diabetes tipo 2, la hipertensión arterial y las enfermedades cardiovasculares.
Temporalidad: El balón gástrico es un dispositivo temporal que se retira después de unos meses. Esto significa que los beneficios de pérdida de peso pueden ser temporales si no se mantienen cambios significativos en la dieta y el estilo de vida después de retirar el balón.
Efectos secundarios: Algunas personas experimentan efectos secundarios como náuseas, vómitos, sensación de hinchazón y malestar estomacal después de la colocación del balón. Estos efectos secundarios suelen ser temporales pero pueden ser incómodos.
Pérdida de peso variable: La pérdida de peso con el balón gástrico puede variar de un paciente a otro.
No es adecuado para todos: El balón gástrico puede no ser adecuado para personas con ciertas condiciones médicas o anatomías específicas, y la elegibilidad para el procedimiento debe ser evaluada cuidadosamente por un profesional médico.
Para poder ofrecerle la técnica que mejor se adapte a sus necesidades, es muy IMPORTANTE que conozcamos su historial médico.
Un cuestionario de salud detallado con la mayor cantidad de información posible nos ayuda a conocer de antemano a nuestro paciente.
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